Friburgo es ideal para descansar: no tiene más que llegar y disfrutar
Un entorno natural bañado por el sol, un paisaje urbano encantador y un deleite en toda regla: Friburgo gana muchos enteros gracias a las ventajas casi ilimitadas que ofrece una escapada urbana. La guía Lonely Planet comparte nuestro parecer: de hecho, sitúa a la capital de la Selva Negra, en el sur de Alemania, en el tercer puesto de las mejores ciudades para 2022.
La alta calidad de vida y la conciencia medioambiental de los aprox. 230.000 habitantes de Friburgo con respecto a su ciudad también influyeron en la clasificación. Y es que la ciudad se ha labrado un nombre en ámbitos como la tecnología solar, la política de transportes y la protección del medio ambiente y el clima.
Descubrir, experimentar, descansar
El entorno urbano también se caracteriza por el omnipresente color verde: los tranquilos oasis verdes y las seductoras atracciones turísticas están cerca y son fácilmente accesibles. A través del casco histórico, con diversas posibilidades para ir de compras, el paseo lleva al visitante por el monumento emblemático de Friburgo, la catedral, y su popular mercado, donde pueden adquirirse especialidades regionales. El cercano Schlossberg, con sus numerosos miradores, ofrece vistas panorámicas de la ciudad y el valle del Rin. Con su excelente gastronomía, también invita a quedarse, explorar y disfrutar de actividades en el campo.
Sin embargo, incluso aquellos que visiten primero los monumentos más destacados se darán cuenta tarde o temprano de lo que realmente convierte a la ciudad en un lugar tan encantador: los pequeños patios interiores, las sinuosas callejuelas y los famosos Bächle (arroyuelos). Los pequeños riachuelos que se abren paso por toda la ciudad son el lugar perfecto para dejar descansar los pies cansados.
La experiencia de Friburgo puede complementarse fácilmente con actividades en los alrededores de la ciudad: desde tranquilas rutas de senderismo hasta excursiones gastronómicas por los pueblos vinícolas, pasando por desafiantes rutas en bicicleta de montaña, hay actividades para todos los gustos en los alrededores de Friburgo. Las posibilidades son infinitas: se puede caminar por el Dreisam o tomar el transporte público hasta la montaña Schauinsland. El servicio municipal de alquiler de bicicletas, Frelo, permite a los visitantes recorrer la zona con flexibilidad y sin preocupaciones.
Una calidad de vida contagiosa
La alta calidad de vida que disfrutan los habitantes de Friburgo también logró convencer al jurado de Lonely Planet: La ciudad, con una enriquecedora atmósfera universitaria, ofrece experiencias variadas y eventos de gran atractivo. En verano, durante la Fiesta del Vino de Friburgo o las tres semanas que dura el Zelt-Musik-Festival, en la ciudad se respira pura alegría y vitalidad. Además, Friburgo es una ciudad muy musical: con regularidad se celebran en la ciudad conciertos de los estilos más diversos. Ya sean notas clásicas en el auditorio municipal, jazz junto a las murallas históricas o un concierto en un pub: en Friburgo hay música en cada esquina.
Los amantes del arte también podrán sacarle todo el partido a la ciudad. El panorama museístico de Friburgo abarca todos los géneros, desde la historia antigua hasta el arte moderno. La historia y la modernidad se dan la mano en el Augustinermuseum, mientras que el Palacete de Colombi acoge el museo arqueológico que guía a los visitantes a través de los milenios pasados.
El día puede organizarse individualmente, pero a más tardar por la noche disfrutamos juntos, para disfrutar de la deliciosa cocina badense. Una novedad es el Menú de Friburgo: en él, los restauradores de Friburgo crean un menú compuesto por al menos un 70 % de ingredientes regionales. Los deliciosos vinos de la región completan la experiencia. Ninguna otra gran ciudad alemana tiene tantos viñedos dentro de sus límites municipales como Friburgo. Por tanto, no es de extrañar que el vino esté anclado temáticamente en Friburgo.
La Alte Wache, un edificio histórico protegido que también recibe el nombre de «Casa de los Vinos de Baden», hará las delicias de los aficionados a los mejores caldos. Es esta vinoteca y bodega se ofrecen degustaciones. Un secreto que solo conocen los locales: una deliciosa tentación hecha con vino helado.
Friburgo deleita con una refrescante combinación de entorno urbano y natural. La ciudad verde ofrece desaceleración y, al mismo tiempo, una atractiva oferta cultural, vacaciones activas y delicias culinarias. Un paseo por el casco antiguo de la ciudad, un menú gastronómico regional, un día de museo o una excursión a la Selva Negra: Friburgo disfruta de la vida urbana más relajada para proporcionar un equilibrio natural.
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Christina Zimmer
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