Mar Aroca: “La enfermería se ha convertido en una profesión muy técnica y nos exige una mayor atención humana”
“La enfermería se define por sí misma como la profesión del cuidado. Es el cuidado al paciente, a la familia, a la comunidad… Para mí va más allá de la prevención de las enfermedades, de la promoción de la salud, es una profesión con alma, en la cual la empatía, la comprensión y la compasión deben estar en todo acto sanitario”, afirma.
La enfermera Mar Aroca, supervisora de la Unidad de Reanimación del Hospital Río Hortega (Valladolid), habla de la labor de la enfermería en el cuidado del paciente crítico, una profesión vocacional en la que es necesario contar con la capacidad de aprender durante toda la carrera profesional y ofrecer un trato paciente, empático y compasivo a un paciente que se define por su fragilidad.
¿Por qué elegiste ser enfermera?
Esta es mi vocación. Desde muy joven sentía una inclinación o una llamada interior para dedicar mi vida al cuidado y volcarme en la profesión sanitaria estando lo más cercana posible del paciente. Estuve dudando si estudiar Medicina, pero me di cuenta de que yo lo que quería era estar mano a mano a pie de cama del paciente.
¿Cómo definirías hoy la enfermería?
La enfermería se define por sí misma como la profesión del cuidado. Es el cuidado al paciente, a la familia, a la comunidad… Para mí va más allá de la prevención de las enfermedades, de la promoción de la salud, es una profesión con alma, en la cual la empatía, la comprensión y la compasión deben estar en todo acto sanitario. Sin embargo, últimamente es una profesión muy técnica y nos exige una mayor atención en el cuidado del ser humano.
¿Cómo es el trato con el paciente?
El trato es correcto, cordial, educado, paciente. La empatía y la compasión con el sufrimiento del enfermo podrían mejorarse, pero las cargas de trabajo que tiene la Enfermería son cada vez mayores, estresan mucho. La población cada vez está más envejecida, es más pluripatológica. Las plantillas de enfermería no se adecúan a la carga de trabajo y además, en ocasiones el comportamiento demandante de la familia y el paciente, que ha ido creciendo, no favorece las labores de humanización. Pero siempre se procura un trato respetuoso y cálido.
El valor humano y la calidad del cuidado es una percepción que recibe el paciente.
¿Podríamos decir que las enfermeras cumplís con la máxima pasión por la vida?
La máxima pasión es un término muy excelente. La pasión por el cuidado de la vida depende de los valores morales de cada profesional. En las nuevas generaciones más inexpertas esta se va adquiriendo poco a poco, en principio se centran en adquirir experiencia en los procedimientos, adecuarse a los protocolos de su lugar de trabajo y cuando alcanzan confianza se le despliega otra visión más cercana del paciente. El profesional de hoy trabaja de una manera intachable, procura no cometer errores clínicos, cumple asépticamente las órdenes médicas, pero a veces cometemos omisiones de amor, de tacto que no aparecen en una gráfica ni en la historia clínica pero el valor humano y la calidad del cuidado es una percepción que a veces solo siente el paciente y su familia y el recuerdo más duradero de su paso por nuestra unidad.
¿Cómo es el día a día en una unidad de reanimación?
Es una actividad muy dinámica, con mucha rotación de camas, de altas e ingresos, técnicamente es eficaz, velamos porque toda nuestra atención sea afectuosa, lo más personalizada posible, relacionándonos con el paciente por su nombre, procuramos que sea cercana y yo creo que es bastante buena.
Trabajáis con la última tecnología, lo que obliga a una continua formación ¿cómo lo afrontas?
No es fácil.La enfermera no tiene un interés genuino por ampliar su conocimiento científico.Es triste pero se dedica poco al estudio después de terminar la carrera. Y los profesionales de la Enfermería cada vez piden más compensación horaria por el tiempo que invierten en formarse con el nuevo aparataje médico o procedimientos. El tiempo enfermero es caro, hay veces que se compensa con días libres, pero otras no se puede. Hay que hacer equilibrios, se habla con la dirección de Enfermería… pero esto depende del interés de cada profesional, estar en la vanguardia de las últimas tecnologías o no.
La especialidad de enfermería en cuidados críticos es imprescindible.
¿Qué condiciones debe tener un enfermero que trabaja con pacientes críticos?
Como decimos los supervisores tienen que tener perfil. Esto significa que debe tener una gran formación técnica, experiencia y conocimiento científico del paciente crítico, pero lo más importante es tener una buena actitud para aprender, y un verdadero interés para mantener una formación continuada en el tiempo. Debe ser consciente de que los cuidados al paciente crítico, que es muy frágil porque está más cerca de la muerte que de la vida, deben ser holísticos, no solo técnicos y anatómicos. Debe desarrollar habilidades de observación, intuición, vigilancia continuada y tiene que sentir al paciente como un ser sufriente. Debemos darnos cuenta de lo muy importantes que son los cuidados y nuestra vigilancia en su recuperación. Esto nos alerta y previene frente a complicaciones serias. Sería excelente poder contar con la especialidad de enfermería en cuidados críticos, en estos tiempos y después de haber vivido una pandemia se ha visto que es imprescindible y muy necesaria.
¿Tenéis alguna formación en habilidades comunicativas para relacionarse con los pacientes en REA/UCI?
No existe. Todos los años salen cursos de formación y hay muy poco sobre este tema. No nos enseñan tampoco a dar malas noticias ni a enfrentar los momentos de duelo de cara a la familia ni saber acompañar en un buen morir a un paciente. Es algo de lo que adolece nuestra profesión. Ocurre desde la formación en la facultad y también les pasa a los médicos. La profesión sanitaria tiene esto un poco olvidado parece que se ha delegado solo a los psicólogos.