Trabajar con aparatos que salvan vidas fue amor a primera vista
Cuando era estudiante, Bárbara Meneses, que trabaja como técnico de servicios de Getinge en Brasil, quería emprender una carrera en el sector agrícola, pero encontró su verdadera vocación durante unas prácticas en un hospital que formaban parte de un curso de electrotecnia.
"La ingeniería clínica fue un amor a primera vista para mí", dice Bárbara Meneses. "¿Qué puede ser más inspirador que garantizar que los dispositivos que salvan vidas funcionen como es debido, ayudando a los pacientes a recuperarse y a volver a casa con los familiares que les esperan?"
Bárbara cree que cada día de trabajo le ayuda a convertirse en una mejor versión de sí misma y que formar parte de salvar la vida de los pacientes es su prioridad.
"La pasión por la vida y la dedicación de Getinge para formar asociaciones con nuestros clientes es algo que encaja perfectamente conmigo. Las relaciones con los clientes son como las amistades, y uno no defrauda a sus amigos. Pueden confiar en que sus equipos cruciales están en buenas manos conmigo", explica Bárbara.
Los respiradores mecánicos son la especialidad de Bárbara y asegurarse de que todos los dispositivos que ayudan a los pacientes a respirar funcionan perfectamente ha sido más importante que nunca durante la pandemia.
"La COVID-19 trajo una mezcla de sentimientos. Saber que nuestro trabajo era esencial para los pacientes y los hospitales me ayudó a cargarme de valor para afrontar mis propios miedos y los riesgos relacionados con el virus. Teníamos que encontrar la manera de prestar apoyo de la forma más segura posible", dice Bárbara.
Ser flexible también incluye compaginar su trabajo como técnica de servicios en movimiento con la vida familiar.
"Esta carrera es un reto y hay algunos obstáculos realmente difíciles, pero no son imposibles de manejar. Para mí, este es un trabajo que da mucho más de lo que quita".
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