Ochos céntimos por día

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¿Un modelo de negocio en la muñeca? Esto no es algo que se limite a los sectores más pudientes: los relojes de pulsera mecánicos de NOMOS Glashütte no cuestan una fortuna. Y poseen un valor que la mayoría de las veces supera en poco tiempo su precio.

GLASHÜTTE, FEBRERO DE 2022. Para muchas personas, el coleccionismo y la especulación con los relojes se limita a los modelos de lujo más costosos. No obstante, ya es rentable en dimensiones más asequibles: en la famosa localidad relojera de Glashütte, el tradicional fabricante NOMOS Glashütte produce modelos que no obligan a los inversores a vaciar sus cuentas de ahorro. Estos relojes de la más alta calidad se fabrican a nivel regional y de manera justa. Se pueden llevar con placer durante muchos años para luego traspasarse en algún momento a los hijos y a los nietos. La pandemia al menos no ha logrado alterar el valor de estos relojes. Al contrario, el de la mayoría de los modelos ha aumentado de manera significativa. Es que es evidente: la belleza, el trabajo artesanal, la calidad y la tradición son aspectos atemporales y duraderos; los relojes se pueden llevar en la muñeca o coleccionarse sin necesidad de mucho espacio. No dan trabajo. Y en algún momento se los puede legar o mejor aún vender o subastar con ganancia. 

Las ediciones especiales son particularmente atractivas: series de relojes producidas siempre por NOMOS Glashütte en ediciones limitadas. No es poco frecuente que aumenten de valor en un 20 o en un 30 por ciento incluso en el plazo de un año. Eso sí, los propietarios y las propietarias de modelos de serie también cuentan con beneficios. Por poco más de 1.000 euros ya se puede acceder a los modelos básicos de NOMOS. Es por eso que como relojes de fabricación artesanal resultan accesibles y son una buena inversión incluso en esta categoría inicial de lujo. 

O bien Tangente, el modelo más conocido de la marca: a 30 años de su lanzamiento al mercado, este reloj ha sido equipado con un movimiento significativamente mejorado. Después de algunos años, el calibre se modificó y desde entonces se produce por completo en los talleres propios de la manufactura. Sin embargo, desde 1993 hasta ahora el precio de Tangente se ha triplicado. No en gran escala, pero sin duda una ganancia. Después de todo, es como si el propietario de este reloj recibiera 8 céntimos por día, o lo que es lo mismo, unos 32 euros al año. Solo por llevar el reloj. Un placer que por lo general se paga caro.

  

Su contacto:
Florian M. Langenbucher

NOMOS Glashütte
Departamento de prensa
+49 35053 404-481
pr@glashuette.com

 

Sobre NOMOS Glashütte:

NOMOS Glashütte es una de las pocas fábricas de relojes gestionadas por sus propietarios en el mundo, y crea sus relojes mecánicos en Glashütte, Alemania. Modelos de relojes como Tangente, Ludwig, Orion, Club o Metro son mundialmente conocidos, al igual que el lugar donde se fabrican. Glashütte es una denominación de origen legalmente protegida. Sólo los fabricantes que trabajan según normas estrictas en la tradición de 175 años de la ciudad relojera están autorizados a utilizar esta denominación para sus relojes de pulsera. NOMOS Glashütte es el fabricante que más relojes mecánicos produce en Glashütte.

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